el azulado mar oculta un secreto


ángel marino

Yo nunca voy a la playa aunque mis amigos me inviten aunque me encadenen al auto y me obligen a ir nunca voy, puesto que la playa es el unico lugor más tenebroso que incluso el podrido corazón negro de todos nosotros pero un dà­a mis camaradas cansados de mi actitd hacia el oceano me obligarn a ir usando artimañas y engaños mas para cuando me di cuenta era demasiado tarde ya teniams más de la mitad del caminos recorrido.

Mienstras veia como el paisaje se movia por la ventana del carro pensaba he imaginaba la playa como un lugar el cual las nubes siempre estan negras las arenas son lodos y el agua es tan turbia que incluso ver el reflejo en el agua era imposible y tan llena de basuras que un vertedero era poca cosa comparado con la playa.

Al llegar a la playa el panorama de mi imaginacion cambio por que en vez de ver alo tan podrido pvi un paraiso de cielos pintados con un celeste divino; la arena que tocaba con mis pies era tan calida y acojedora mientras q u ek mar si veia tan limpio, puro y cristalino pero obvio ese imagen no duraria todo el dia y a que de las profundidades del mar emergio un ente muy parecido al fisico de una mujer pero envez de piel tenia escamas y en vez de cabellos tenia serpietes marinas y mientras que sus alas se extendia a todo lo largo del horizonte las contrajo hasta que pareciecen alas de murcielagos mas esta horrible mujer o era tan mala pero tampoco era tan buena ya que por su culpa mis amigos fueron noqeados por un tronco y con su ayuda los levante pero aquella bruja marin dijo:
-soy un aángel marino y por orden divina se me ha ordenado quitarle todo el agua a la humanidad iniciare con las layas terminare con los arroyos y no dejare ningun der vivo-

Cuando de la nada un niño de aproximadamente cinco años salio de la nada vistiendo solo una tunica blanca que estaba manhada con sasngre al igual que su paalida tez pero aun asi su mirada era tan profunda y decidida que la unica forma logica y con sus pequeñas manos tomo el cuello de ente marino y le dijo:
-los humanos viviremos aunque Dios nos deje de amar escuchastes-
-sà­, si escuche ahora suelta mi cuello-
- no lo harte quiero tener el placer de un tipo de angel que no se ve muy a menudo-
El pequeñin extrangulaba al ángel hasta que este muriese y luego ver el festin que se deba el niño comiento la carne angelical cruda y mientras el hacia eso nosatros aplaudiamos por que aquel debil niño nos salvo de laa ira de un angel.




Short story by senegoid ademordna
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Written on 2010-08-31 at 05:53

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